Una cosa es ser fan y otra muy diferente es ser groupie. La primera espera a sus ídolos en el aeropuerto, muestra letreros gigantes afuera del hotel donde se hospedan y acampa fuera del estadio donde se presentan en concierto. Para la segunda, lo anterior es juego de niños: no sólo los idolatra, también los conoce, convive con ellos, viaja con ellos y hasta ¡se acuesta con ellos!... abandonan su vida para ofrendarla a sus ídolos.
El mundo del rock está lleno de leyendas alrededor de estos polémicos personajes. Por ejemplo, Gene Simmons, bajista de Kiss, fotografiaba con una Polaroid a cada una de sus groupies, mismas que caían extasiadas ante su larga y seductora lengua. Al menos así lo describe en sus libros biográficos Kiss and Make Up y Sex, Money, Kiss, donde también narra su relación con la playmate Shannon Tweed.
Tal es el papel que juegan al integrarse de lleno a la vida de los músicos, que estas fanáticas sin control han llegado a convertirse en piezas fundamentales en la historia del rock. Incluso más de una banda les ha dedicado canciones. Y aunque calificadas como musas inspiradoras por los roqueros, la verdad es que varias groupies se han vuelto famosas por revelar los secretos más íntimos de las grandes figuras del género.
Una de ellas responde al nombre de Pamela Des Barres, quien de gritar como histérica en las tocadas de Elvis y los Beatles, terminó fascinando con su belleza a Jimmy Page, guitarrista de Led Zeppelin y a Keith Moon, baterista de The Who, esto sin mencionar que se llevó a la cama a Jim Morrison, Mick Jagger y algunos miembros de la Jimi Hendrix Experience. Sus perturbadoras memorias las pueden encontrar en su libro I am With the Band. Confessions of a Groupie.
Por cierto que Pamela formó parte de la primera banda integrada por groupies: las GTO (Girls Together Outrageously) bajo la tutela de Frank Zappa. Una de las integrantes, Christina Frka, aparece en la portada de Hot Rats, primer disco solista de Zappa. La esposa de John Cale, bajo y viola de The Velvet Underground, igualmente tocaba en la singular agrupación, misma que sólo grabó el acetato Permanent Damage, hoy cotizadísimo entre coleccionistas.
Célebres también fueron los casos de Marianne Faithfull y Anita Pallenberg. La primera de ellas, actriz y cantante, tuvo como novio a Mick Jagger, de quién quedó embarazada pero perdió el bebé, aunque también fue amante de Keith Richards. La segunda, afamada modelo y amiga de Marianne, fue novia de Brian Jones, no obstante le fue infiel con ¡otros dos integrantes de los Rolling Stones!
Trágica fue la anécdota de Nancy Spungen, quien a los 17 años escapó de casa para perseguir a bandas como Aerosmith, The New York Dolls y The Ramones. Cuando conoció a los Sex Pistols, inició también un violento romance con su bajista Sid Vicious, con quien compartiría su adicción a la heroína. Antisocial y autodestructiva como era, murió con una navaja clavada en el abdomen -se dice- a manos del propio Sid, aunque esta versión jamás fue confirmada.
Más amable –aunque bastante excéntrico- fue el acercamiento que tuvo Cynthia Plaster con más de una estrella de la música. ¿La razón? además de escuchar rock and roll estudiaba arte en la Universidad Illinois, donde presentó un insólito proyecto: moldes en yeso de erecciones de músicos como MC5 y el guitarrista Jimi Hendrix. Más que artística, su “tarea” fue calificada como bizarra, pero su atrevimiento le valió una canción compuesta por Kiss: Plaster Caster.
Otras groupies populares han sido: Jenny Fabian, que salió con Syd Barret y Andy Summers; Cyrinda Foxe, con Steven Tyler y Joe Perry; Bebe Buell, con Rod Stewart y Elvis Costello; Sable Starr, con Jimmy Page, Marc Bolan, David Bowie, Iggy Pop, entre otros amoríos, así como Savannah, con Slash, Axl Rose, David Lee Roth y Billy Idol, por nombrar sólo algunas de sus conquistas.
0 comentarios :
Publicar un comentario
¡Déjanos un comentario!